Hablemos sobre la tristeza, esta es una de esas emociones que se considera desagradable, negativa, hasta mala. Pero la realidad de la tristeza y de las emociones es que están allí para enseñarnos algo. Como siempre, hablemos primero de lo que dice la teoría, la tristeza se caracteriza por sentimientos de abatimiento, melancolía y desánimo. La tristeza es una respuesta emocional temporal.
Desde una perspectiva psicológica, la tristeza tiene un papel importante en nuestra salud mental. Nos permite procesar y reflexionar sobre nuestras experiencias y emociones, facilitando la adaptación y el crecimiento personal.
La tristeza es una emoción en la que pasé mucho tiempo pensando mientras crecía, era importante para mi porque no la entendía, eventualmente comprendí que evolucionó en depresión y se me salió de las manos; pero esa es historia para otro día. Hoy quiero hablar de cómo llega la tristeza y cómo la interpretamos en nuestra vida es clave para nosotros.
Cuando era más joven, las situaciones difíciles lograban tumbarme y hacerme sentir que no lograba mis metas, que era incapaz y que estaba destinada a una vida de melancolía y tristeza. Muchas veces cuando la tristeza llegaba yo simplemente la empujaba, pretendía que no estaba sucediendo, que todo estaba bien y no me abría con nadie, porque tenía pensamientos muy distorsionados con respecto a la tristeza. Los típicos, “a nadie le interesa”, “dejará de ser tu amiga si sabe lo que sientes realmente”, “la tristeza aburre a la gente y nadie habla de eso”.
Yo no lloraba, no lograba que me salieran las lágrimas, mucho menos expresar mis emociones de una forma sanadora. Esto hacía que me enfermara constantemente, dolor de espalda, la migraña era mucho más constante. Eventualmente empecé a ir a terapia, a hablar de lo que sentía, de lo que pensaba y aunque no lograba admitir todo en las sesiones, podía ir logrando poco a poco ponerle nombre a lo que sentía. A veces pienso que la tristeza es una emoción que nos aísla, porque no queremos que los demás sepan la realidad de nuestro corazón.
Y aunque no todos se merecen nuestra vulnerabilidad, debo decir (y seguiré repitiendo), que las personas con las que logramos sentir seguridad y confianza, sé que estarán más que felices de poder tener el privilegio de acompañarnos en este duro camino de las emociones.
Cuéntame de tu tristeza. 👇🏻🤍