Mari y el cambio 🍃🎢

El cambio es inevitable, es parte de la vida y es parte del ser humano. Cambiamos de trabajo, de vivienda y de gustos. Esto hace que nos acostumbremos a los nuevos caminos que muchas veces nos toca transitar, mas no los buscamos, el cambio raramente es buscado. Porque la mayoría de los seres humanos buscan estabilidad en su vida. La estabilidad no quiere decir quedarse quieto, simplemente es que el estilo de vida que tenemos que nos hace feliz, se mantenga. 

Yo nunca he sido fan del cambio, yo amo la estabilidad y la rutina. Hacer cosas nuevas hace que se me despierte la rigidez y la inflexibilidad. Como dice Lorelai Gilmore, “yo puedo ser flexible, con tal de que todo sea tal cual como lo quiero.” Ahora, si me mantienen dentro de mi rutina y mis costumbres, por supuesto que me encanta ser flexible y espontánea. Yo no digo que esto tenga sentido, solo digo que así soy yo. 

Sin embargo, cuando las cosas están más cómodas, más tranquilas, allí es cuando la vida lanza los cambios grandes, porque a veces nos toca movernos de donde estamos y abrirnos a algo nuevo. Aquí es donde empieza la ansiedad, el insomnio y el estrés. Porque aunque la vida es cambiante, nuestro cerebro también despierta las respuestas emocionales ante esto, por eso tenemos menos paciencia y estamos más reactivos o sensibles a cosas que normalmente responderemos con calma. 

Miren, el cambio es bueno, ayuda a mantener la plasticidad en el cerebro, el cual además está diseñado para adaptarse a esto, solo que uno quiere que las cosas se mantengan como están, porque es más fácil, porque sentimos seguridad en esto y cuando el cambio llega se nos activa la reacción de pelea o huida, muchas veces queremos salir corriendo. Siempre que me ocurre alguno de estos, siento la necesidad enorme de irme a mi casa (a veces estando en mi casa), es una sensación inexplicable, pero la realidad es que lo que quiero es volver a esa sensación de seguridad que tenía antes de que pasara esto. 

Pero, y entonces ¿qué hacemos? Lo mejor es sentir y expresar las emociones, les cuento que al quedarme sin trabajo esta semana, me rodeé de la gente que me quiere y me cuida y lloré, hablé de lo que sentía, me abrazaron y me acompañaron de la mejor manera que yo necesitaba. Luego seguí sacando el dolor, la rabia y la sensación de injusticia. Pero luego empecé a tomar acción y ver que hay razones por las que mi vida necesitaba este cambio en particular y que debo hacer para seguir adelante. 

El cambio puede ser DURO y no deseado, pero es inevitable. Toca aprender a enfrentarlo, vivirlo y aprender que no hay forma de que no suceda. Pero si hay formas de vivirlo de una forma mas amable conmigo misma y tu también puedes lograrlo. 

Cuéntame como enfrentas los cambios. 

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